La virtualidad me da ocasión de compartir la alegría de esta Mariápolis presencial.
Cuando gracias a una amiga conocí el Movimiento, fue precisamente en una Mariápolis. En ese momento sentí que volví a nacer! Era tal la plenitud, el brillo en los ojos de los que estaban en el conjunto, … en fin, que veía en todos! que me conquistaron. Era Jesús en Medio… yo no lo conocía.
Deseo que cada mariapolita se encuentre con ese Jesús vivo, que nos transforma y nos vuelve niños evangélicos.
Qué maravilla poder prestanos para que con nuestra humanidad le demos ocasión de volver a nacer en medio nuestro, y que muchos puedan experimentar Su presencia.
A disfrutar de la Mariápolis y en el Centro Mariápolis… doble alegría!

Deja una respuesta